Originario de la ciudad de Guadalajara en Jalisco, México, Sergio Matos es una de las figuras emblemáticas del paisaje cultural de la región. Pianista profesional, promotor cultural y productor, fundó en 1998 el Festival Cultural de Mayo en el estado de Jalisco, uno de los mayores encuentros multidisciplinarios del país. Su trayectoria profesional ha sido reconocida a nivel nacional e internacional
🟠 ¿Podría presentarnos el Festival Cultural de Mayo?
El Festival Cultural de Mayo fue fundado hace 24 años, hoy es el segundo festival multidisciplinario más antiguo del país. Una grandísima cantidad de artistas de muchísimas partes del mundo han visitado nuestro país por primera vez gracias al festival (Bomba Estéreo o el tenor Javier Camarena por ejemplo). Hemos apostado a las propuestas de vanguardia que marcan tendencia y hemos presentado a lo largo de estos 24 años casi 1.400 actividades para más de 3 millones de asistentes. Estas actividades son muy diversas: exposiciones de artes plásticas, cine, música, catas de vino, de cerveza, ópera, ballet, circo, etc. Hemos invitado a 16 países y regiones con los que hemos generado cursos y conferencias. Creemos que hemos contribuido a este intercambio de ideas y a la profesionalización del sector en México.
🟠 La pandemia mundial estalla en marzo del 2020, apenas un mes y medio antes del inicio de la 23° edición del Festival Cultural de Mayo. ¿Cómo reaccionaron ante esta situación?
Cuando salió la pandemia recordé la experiencia que tuvimos en el 2009 con la gripe A (h1n1), en México. Aquí dije, vamos a pensar cómo empezar a darle solución si tenemos algún problema de confinamiento. Entonces nosotros empezamos a trabajar en lo que resultó ser más de 40 horas de productos digitales originales. El festival de este año estaba dedicado al 150 aniversario del nacimiento de Beethoven donde pudimos grabar, en abril, sus 32 sonatas, más de 17 horas de grabaciones. Fue una experiencia donde aprendimos que debemos estar preparados para el plan A y el plan B. Siempre lo estamos preparando, pero nunca lo hacíamos efectivo. Ahora, ante la problemática de la redirección de los presupuestos de cultura, estamos obligados como festival a atender esto. Es un tema complicado que nos va a obligar a romper con esquemas de comodidad que estaban ya muy estructurados. Todo esto ya cambió y las rutas van a ser otras. Yo calculo que será hasta el 2024 que podremos volver a arrancar.
🟠 En su opinión, ¿cómo esta crisis está redefiniendo el rol de la cultura en la sociedad?
Como sociedad vamos a tener que trabajar como lo que debimos de haber hecho desde bien antes de que empezó la pandemia que es, el haber hecho comunidad, el haber hecho consciencia (si eso hubiera sucedido, no estaríamos en la situación actual). En los años por venir, va a haber mucho aprendizaje y tendremos que asumir una responsabilidad contundente. Por la parte artística, se tendrá que marcar muy bien y consignar a través del arte todo aquello a lo que se le tiene que poner atención para que esto no vuelva a suceder (temas sociales, temas climáticos). Me impresiona como seguimos sin atenderlos aun con la pandemia encima. Creo que los cambios van a ser por zonas del mundo. Espero que la comunidad artística de México sea sensible a empezarlo. No hay que olvidar que somos seres humanos y seremos siempre ávidos a ese contacto y a esa transmisión de los sentimientos. Creo que quedará muy claro lo que es el arte presencial y el arte digital. Lo presencial tendrá un mayor valor y será infinitamente más apreciado (algo que ya estaba en cierta forma perdiéndose). Va a ser un asunto de un reencuentro inmediato con nosotros mismos. Lo más importante es que tengamos paciencia porque todos los caminos de alimentación de lo presencial están rotos. No solamente es que los teatros están cerrados, también la gente que hace que los teatros se muevan. Va a ser muy lento volver a reactivar toda esta economía, que es una economía no solamente del espectáculo sino también todos los proveedores del espectáculo, son miles y miles de trabajadores. En el Festival simplemente al no haberlo hecho presencial, se perdieron 1800 empleos indirectos en un mes.
🟠 ¿Qué nuevos modelos de financiación podrían permitir a proyectos como es el Festival Cultural de Mayo subsistir en esta nueva realidad?
Estamos en un proceso de sobrevivencia. Afortunadamente nosotros tenemos el apoyo del gobierno del Estado de Jalisco. No tenemos ingresos por taquilla y por eso tenemos que rescatar a nuestro público, es el gran reto. Estamos ante un replanteamiento de cómo acercarnos al público. Creo también que el festival se tiene que acomodar y hacer espacios a la medida para que nuestros patrocinadores puedan ser más eficientes en su comunicación. Es muy difícil programar actividades en la web cuando vemos que la gente no está viendo contenidos más de 8 minutos.
🟠 ¿Respecto a la cuestión de sus públicos, cuál fue su respuesta a la propuesta digital del Festival Cultural de Mayo?
En la edición 2020, tuvimos 43.000 espectadores. Pero es muy difícil que estos datos de internet sean certeros y tienes que bajar porcentaje. Yo creo que para la gente que asiste al Festival Cultural de Mayo, fue muy bueno que existiera esta opción ya que, en abril y mayo del 2020, nadie salía y todo el mundo estaba aterrado. Fuimos el primer festival en el país que tomó la decisión de hacer su edición digital con producciones profesionales. Las 32 sonatas de Beethoven las grabamos en Gales con un ingeniero de la BBC de Londres y toda la transmisión fue en full HD. Esta calidad de transmisión requiere programas muy costosos, computadoras increíblemente caras que tienes que rentar. El público estuvo muy agradecido y recibimos comentarios increíbles. Fue un gran aprendizaje el encontrarnos con un mundo virtual y que hasta que no vives este proceso, no te das cuenta de qué se trata. Finalmente, aprendimos para ser más efectivos cuando hacemos actividades virtuales.
🟠 ¿ Cómo cree que se pueda preservar la experiencia artística, en particular las artes escénicas, en el marco de la híper-digitalización ?
Esta pregunta es un tema completo que no aplica sólo al festival, sino que aplica para todas las artes escénicas. Creo que aquí es importante que los artistas comprendan que es una nueva realidad la forma en la que van a tener que relacionarse con el mundo digital. Cambiar el chip es una cosa súper difícil la gente, los creadores esperan el aplauso y aquí no los hay, entonces muchísimos egos entran en conflicto. Este va a ser un proceso muy lento en donde tendrán que surgir las artes escénicas digitales en su total profesionalización y preservarse de forma presencial. Creo que es lo que vamos a ver en los próximos 10 años, estas dos corrientes distintas, porque hay gente que simplemente no va a volver al teatro jamás. Se va a tener que trabajar doble, va haber más gastos que se le van a agregar al costo del boleto, se van a necesitar más patrocinadores, más subsidios. Hacerlo presencial va a ser una cosa increíblemente cara, sin tomar en cuenta los seguros, la responsabilidad implícita del organizador y del teatro que va a tener para abrir sus puertas.
🟠 Y desde el trabajo con artistas, ¿considera que ha cambiado su rol de promotor cultural en este nuevo contexto?
Es muy difícil porque que la gente se está cuidando y muchos artistas no salen. Creo que la comunidad artística, o rompe sus esquemas de comodidad, o simplemente no van a salir adelante. Los artistas tienen que tener una visión global y orientada hacia el futuro, al mismo tiempo ser efectivos en su comunicación, todo lo que se haga de aquí en adelante tiene que tener un carácter personal, de región, pero también debe conectar con los demás porque si no, no van a aguantar. Es un trabajo complejo por delante y es por aquí que nosotros como promotores debemos de abonar. Es un gran reto, más complejo de lo que yo quisiera aceptar. Pero soy optimista, el mundo no se acaba, tenemos una pandemia que nos va a enseñar. Hay que aprender a ver adelante más que nunca.
🟠 Mencionó antes la importancia de “hacer comunidad“. ¿La situación actual permitió hacer emerger nuevas solidaridades en el sector cultural de Jalisco?
A mí no me gusta mucho hablar de comunidad por disciplina, sino de comunidad artística y punto. Porque la experiencia de las producciones es que tienen que colaborar entre sí. No nada más está el cirquero que tiene que ser bailarín, que tiene que ser actor, que tiene que ser cantante, compositor. El de teatro tiene que tener una profunda capacidad histriónica, pero al mismo tiempo es un estupendo bailarín, tiene que tener una fortaleza física impresionante y tiene que poderse parar de manos. Entonces yo creo que es la oportunidad, más bien, de que las comunidades empiecen a ver las unas a las otras para que colaboren entre sí. La pandemia es la oportunidad para que, en este país, se empiece a trabajar en conjunto. Si se logra, será uno de los grandes beneficios de la pandemia. Ahora es cuando, hay que dejar de hablar de hacia dónde vamos, sino de con quien vamos, si no, el día en que se acabe el mundo, como seres humanos, vamos a ser recordados como esta especie que se extinguió por los personalismos y por no haber sabido aprender a trabajar en comunidad. El futuro de las artes escénicas y de la cultura en nuestro país depende de que aprendamos a trabajar juntos.
🟠 Este año 2021, ¿ va a haber una edición 24° del Festival Cultural de Mayo y cómo va a ser?
¡Claro que va a haber una edición 24 del festival y a mí me llena de orgullo! Estoy muy emocionado con todo lo que estamos tejiendo, la forma en la que la apuesta a nivel cultural se incrusta perfectamente en todo lo que he estado diciendo. Creo que tendremos un buen festival número 24, previo a nuestro 25to aniversario. Será un festival acorde a la situación actual: fuerte, creativo y divertido.
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