FRONTERA EN MOVIMIENTO

Entrevista por Jean-François Piche

Gregorio Coral Pulido es docente y bailarín de danza contemporánea, así como coreógrafo y creador escénico con más de 30 años de trayectoria. En 1997 creó la compañía Subterráneo Danza Contemporánea A.C que dirige hasta la fecha. Es director del Conservatorio de Danza Contemporánea de la Frontera, avalado por la Universidad Pedagógica Nacional. Es asesor y miembro honorario de la Asociación de Maestros Profesionales de Danza. En los últimos años, se ha desarrollado también como preparador físico certificado e instructor de pilates en diferentes gimnasios de Tijuana. Es merecedor de diversas becas, premios y reconocimientos por su trabajo artístico (regionales y nacionales)

🟠 Gregorio Coral, en Tijuana tu nombre es bien conocido, así como el de Subterráneo Danza Contemporánea. ¿Nos puedes hablar de tu trayectoria profesional y artística?

¡Claro! Mi nombre es Gregorio Coral Pulido, nací en la ciudad de Tijuana, Baja California, el 31 de octubre de 1969. Soy bailarín, maestro y coreógrafo de danza contemporánea. Mi preparación dancística la inicié en el año de 1985, en el taller de danza moderna con el maestro Antonio Galindo, dentro de los talleres de la Casa de la Cultura de Tijuana. Soy intérprete de ballet, danza contemporánea, danza jazz, teatro físico, danza butoh entre otras disciplinas del cuerpo, tomando diversos diplomados y cursos en diferentes latitudes de México y del extranjero; y de manera paralela me he desarrollado como instructor certificado en técnica pilates, y como entrenador deportivo profesional.

En el año de 1997 constituí la compañía Subterráneo Danza Contemporánea A.C., la cual sigue vigente hasta la fecha, con sede en la Casa de la Cultura de Tijuana, y desde esa fecha se inició de manera paralela la impartición del taller de danza contemporánea en la misma Casa de la Cultura.
En el año de 2010 fundé el diplomado llamado Conservatorio de Danza Contemporánea de la Frontera, el cual es avalado por la Universidad Pedagógica Nacional: tiene una duración de un año y se imparte en las instalaciones de la Casa de la Cultura de Tijuana. Como compañía hemos participado en diversos festivales y muestras de danza, tanto nacionales como internacionales. He recibido diversas becas, premios y reconocimientos por mi trabajo creativo. Soy asesor permanente de AMAPRODANZA A.C. (Asociación de maestros profesionales de danza de Baja California).

🟠 ¿Cómo sentiste que esta ciudad fronteriza ha recibido y acompañado tu proyecto e institución?

Uno de los aspectos que han permitido que se consolide mi proyecto artístico en esta ciudad es el carácter binacional que tiene la ciudad, lo cual ha permitido acceder a plataformas de difusión diferentes comparadas con las que existen en otras latitudes de México. Otro aspecto es, el buen estado de salud del gremio dancístico local, ya que hay una muy buena relación entre todas las compañías, grupos y colectivos de danza de Tijuana, lo cual permite solidificar las relaciones con las instituciones culturales de la ciudad. La creación del Festival internacional de danza contemporánea Cuerpos en Tránsito por parte del CECUT (Centro Cultural Tijuana, entidad federal), ha permitido tener un público permanente hacia las presentaciones dancísticas de la compañía. Cabe destacar que nuestra compañía nació casi de manera paralela a este festival. Y, por último, existe un interés permanente por parte de los jóvenes de la región en formarse como bailarines profesionales de danza contemporánea, por lo cual se asegura la permanencia del proyecto pedagógico de la compañía (diplomado de danza).

🟠 El año pasado, ¿en qué medida la pandemia y sus consecuencias impactaron tu proyecto? ¿Cómo has reaccionado al principio?

El impacto fue directo, ya que se paralizaron todas las actividades de la compañía. Se dejaron de dar clases presenciales de danza, se cancelaron las presentaciones dancísticas en los teatros, de un día para otro se pararon todas las actividades de la compañía. Al inicio del confinamiento, se emigró a la virtualidad, dando clases por medio de la plataforma Zoom, y compartiendo archivo videográfico de la compañía a través de presentaciones virtuales. Al principio, todo era nuevo y complejo, muchos de los alumnos prefirieron no continuar de forma virtual, ya que sentían que las clases no eran lo mismo, no se podría decir que eran mejores o peores, simplemente la experiencia era distinta. Como aspecto positivo de esta situación, se puede resaltar que debido a la virtualidad se abrió la posibilidad de tomar clases con profesores y alumnos que viven en otros lugares, en un ambiente multicultural. En esta primera etapa del confinamiento, colaboramos con la Secretaría de Cultura para crear diversos materiales audiovisuales de contenido dancístico, los cuales se compartieron a través de las diferentes redes sociales de dicha secretaría.

🟠 A raíz de esta pandemia, ¿tuviste que modificar tu proyecto? ¿Cuáles soluciones de emergencia o duraderas has encontrado e implementado?

Fue esencial readecuar el programa pedagógico de la compañía, sino también en repensar la creación dancística desde la virtualidad. Para mí lo que ha cambiado es el canal (lo virtual), pero no el contenido (la danza). A raíz del confinamiento los entrenamientos pasaron a realizarse a través de las plataformas digitales, tuvimos que reconvertir en improvisados estudios de danza, nuestras cocinas o salas, y tratar de continuar. Las soluciones que hemos implementado como compañía para poder hacer frente a este nuevo contexto son variadas, la primera fue el equiparnos con los elementos tecnológicos necesarios para las clases virtuales: equipo de cómputo, habilitar cuentas de Zoom, equipo de iluminación portátil, etcétera. El siguiente punto fue el acondicionar nuestras áreas para habilitarlas como estudios caseros de danza: piso especial para danza, barras portátiles de ballet, etcétera. En el área de la creación tuve que aprender a dominar varias herramientas de edición de audio y video, para poder editar el material videográfico de la compañía.

🟠 ¿Qué iniciativas has desarrollado para hacer más accesible tu proyecto?

Estoy trabajando sobre dos propuestas dancísticas en formato de coproducción con el CECUT y el CEART (Centro de las Artes de Tijuana, entidad estatal de Baja California), las cuales tienen como elemento medular la salud pública: respetar el distanciamiento social. Una es la creación de un módulo (un escaparate) que permite la presentación dancística, de manera presencial, pero garantizando el distanciamiento social entre el bailarín y el público espontáneo de la explanada del CECUT que lo observa. El otro proyecto consiste en desarrollar unos lienzos virtuales, los cuales se expongan en la vía pública para confrontar al espectador espontáneo. También, colabore en implementar el concepto de “Auto Danza“que consiste en presenciar espectáculos de danza desde la seguridad de tu auto. Con la asociación AMAPRODANZA he trabajado en la reapertura y reactivación de más de 40 escuelas y estudios de danza de diferentes géneros de Tijuana ante la Secretaría de Economía del Estado, y con ello reactivar las fuentes de trabajo de los maestros de danza de la localidad. También desarrollé un foro virtual titulado Reactiva Tijuana, el cual busca encausar estrategias para la reactivación cultural de Tijuana frente a la pandemia.

🟠 Este nombre “Reactiva Tijuana“está circulando mucho ahora en las redes sociales… ¿Nos puedes decir más al respecto?

Esta iniciativa busca desarrollar actividades a corto plazo, puntuales y efectivas que vayan reactivando la vida cultural de nuestra ciudad. Se busca en esencia trabajar sobre tres ejes de intervención:


• Desarrollar el diálogo entre los diferentes agentes culturales independientes, para implementar una agenda de acciones a corto plazo.
• Identificar las actividades culturales permitidas de acuerdo al semáforo epidemiológico que permitan iniciar la reactivación cultural de Tijuana. De acuerdo al boletín emitido por la Secretaría de salud del Estado, se autorizan las actividades en teatros, museos, actividades culturales, así como las actividades al aire libre en parques, explanadas, todo con limitaciones en el aforo y cumpliendo con los lineamientos sanitarios emitidos por la autoridad.
• Solicitar el apoyo institucional para desarrollar estas primeras actividades culturales en el espacio público.

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