Ray Alvarez
Trujillo, Perú
Ubicado en el centro histórico de Trujillo, “El Grito” es un teatro bar, fundado por Magaly Libertad, Juana Arteaga, Kike Neyra y Ray Alvarez, un espacio que abrió sus puertas el 2 de octubre del 2021, en donde se presentan obras teatrales todas las semanas, y en donde además puedes pasar el rato con amigos.
Su principal promotor es el experimentado actor Ray Alvarez, quien junto a Paris Pesantes iniciaron la productora “El Grito”, con el objetivo de presentar formalmente obras de teatro en las que iban trabajando. Y en esta ocasión nos reunimos con él para conversar sobre este espacio de creación artística colectiva.
Ray me recibe en “El Grito” en un horario inusual, son las 11:00 a.m. y acaba de salir de una reunión de coordinación y tras la entrevista tiene ensayo, de una obra que se presentará pronto.
“El Grito” ha intervenido una antigua casona, con paredes de barro. Los fundadores la han llenado de color y la utilería de las obras decoran los espacios.
🔴 ¿Ray, cómo es que decides dejar tu vida en Lima, regresar a Trujillo, en donde no vivías desde el 2009, y fundas un teatro bar en medio de una pandemia?
La pandemia me sorprendió en Trujillo y yo no me puedo quedar quieto. Ya en pandemia empezamos con obras virtuales y sensoriales. Y cada vez me hacía más y más ruido la idea de generar teatro independiente.
Tenía esta necesidad de generar un espacio donde se puedan hacer obras de teatro que lleven temporadas, que puedan mantenerse en el tiempo, que los artistas puedan de alguna manera nutrir su trabajo artístico. Porque una de las cosas que el teatro tiene es el tema de repetición, que en realidad no es que sea repetitivo, sino que una obra no es la misma al inicio y al final, siempre va evolucionando, pero acá la mayoría de actores trabajan para hacer una función al mes o cada dos meses, la obra se estrenaba y se acababa o se repone cada tanto en una función aislada.
🔴 No existe constancia entonces en Trujillo, al menos en el teatro
Sí, es así. Entonces, nuestra idea fue hacer este teatro y contribuir a que se genere un circuito, que aún no existe. Y estamos creando un espacio en donde la gente sabe que puede encontrar teatro. Un espacio en donde los artistas puedan mejorar su exploración artística, crecer en ese lado y finalmente acercar a la población al arte escénico, porque una de las cosas que notaba siempre que venía es que el teatro estaba muy alejado de la gente, se le ve como un acto muy pomposo, no en plan de diversión necesariamente.
🔴 Entonces, además de presentar obras al público, ¿también existe en “El Grito” la preocupación de generar un espacio de crecimiento actoral?
Actualmente tenemos el CIT, Centro de Investigación Teatral, que lo que busca es que los artistas escénicos, actores, actrices, directoras y directores puedan nutrir sus conocimientos e ir creciendo desde ese lado de una manera mucho más económica.
Yo me encuentro con la problemática de que, si te vas a Lima a tomar un taller de actuación te puede llegar a costar el sueldo mínimo de un peruano promedio y bueno, me parece demasiado para la realidad. La realidad es que no todos pueden pagar eso para nutrirse. Entonces, desde nuestro lado estamos buscando generar fondos con las obras que tenemos para que podamos hacer este intercambio de conocimientos de manera más sostenible… No lo pensé como un teatro bar y ya, sino que para mí esto es una forma de hacer teatro, una experiencia teatral.
🔴 Entiendo que “El Grito” nace contigo y Paris Pesantes creando la productora y ya para este espacio se suman más personas. ¿Cómo así decidieron unirse?
En Trujillo se fundó “El Grito” junto a Magaly Libertad, Juana Arteaga, Kike Neyra y yo. Con Magaly estudié desde el primer año en la escuela, a Juana la conocí ese mismo año y empezamos a trabajar. A Kike lo conocí mucho después, pero él estaba interesado ya en el teatro, haciendo su examen de ingreso a la escuela de teatro. Además, él pasó un casting para hacer teatro en Argentina, así qué talento tenía. Y por eso decidimos unirnos.
🔴 El Grito como espacio, se abre a otro tipo de iniciativas sociales, a otro tipo de colectivos ¿Cuál es el objetivo de esto?
Primero, porque creo que los artistas en general debemos estar involucrados en el acontecer social de la ciudad. Si no, ¿de qué hablamos? ¿De qué hablamos cuando nos paramos en escena? Segundo, porque yo creo que el diálogo no solamente se establece en el escenario, sino que debe ser sostenido en el tiempo, con colaboración. Entonces, apoyamos iniciativas. Estamos a favor de los derechos LGBTIQ+, entonces colaboramos con Epicentro en todo lo que nos sea posible colaborar, si ellos quieren el espacio para hacer charlas u otro evento. Es una cuestión de compromiso social, los artistas no solo somos artistas sino ciudadanos y debemos involucrarnos.
Por eso se llama “El Grito”, nacimos con ese fin. Las primeras obras tenían una carga social. Ahora ya no todas porque también entendemos que tenemos otra misión, que es generar públicos, especialmente en esta ciudad. Creo que, de todas las artes, el teatro es el que menos público tiene. Así que queremos ser un espacio que interpele a la sociedad constantemente. Un grito no pasa desapercibido, se escucha, resuena.
🔴 Tiene un significado bastante potente.
Sí, yo hice un taller con Alberto Ísola que se llamaba “El Grito”, era sobre Lorca. Y me quedé con esta figura, este símbolo. Entonces, cuando quise crear el espacio le puse el nombre.
🔴 ¿Hay alguna razón especial para haber elegido esta ubicación?
En Trujillo, a la gente le encanta venir al centro. Como es una ciudad pequeña siempre te encuentras en el centro. Creo que es el lugar más democrático para encontrarte, de donde vengas puedes llegar.
🔴 ¿Entiendo que es un arduo trabajo la formación de públicos, pero además de eso ¿Cuál es el principal obstáculo con el que se han encontrado?
La plata (RISAS). Tiene una razón, nosotros no tenemos un apoyo desde el estado. Están los estímulos económicos, pero es un programa de corto alcance realmente. Entonces, no tenemos todas las comodidades que el público desearía tener o que nosotros como artistas quisiéramos tener para crear porque nuestra realidad es que no tenemos apoyo ni de la empresa privada ni del sector público. Hemos postulado, esperamos obtener algo. Pero básicamente es buscar que esto pequeño espacio vaya creciendo y sea sostenible en el tiempo. Por ejemplo, no tenemos luces profesionales, nosotros tenemos un reciclado de luces domésticas conectadas a un tablero artesanal. El espacio va creciendo de a pocos, durante este año hemos ido implementando de acuerdo a cómo va respondiendo el público. Y tampoco nos detenemos porque si esperamos a tener todo el dinero nunca empezamos nada. Así que nos ingeniamos.
Me ha pasado que me han dicho “saquemos un préstamo” “invirtamos miles”. Eso es hacer teatro con emoción, pero no pensando en que sea sostenible. Si queremos que la ciudad crezca, las obras deben ser sostenibles. Porque si voy a dar el dinero, ¿cómo seguiría creciendo?
🔴 Hablando de sostenibilidad, ¿cómo trabajan la sostenibilidad ambiental?
Tenemos varios proyectos. Kike Neyra es biólogo marino y está muy interesado en la divulgación científica. Entonces, en todas las compras siempre es Kike quien busca que todo sea lo más eco amigable posible.
Por otro lado, tenemos el proyecto de hacer divulgación científica en el mismo espacio, con espectáculos teatrales. De hecho, Kike ahora se está preparando en la escritura para tener dramaturgia ligada a la ciencia.
Y también vemos lo de ser pet friendly. Tenemos un cliente habitual que pidió venir con su mascota y al inicio fue un impacto, especialmente para los actores, pero cada vez es más común. Y queremos que sea así, que la gente venga con sus mascotas. Yo he hecho giras rurales y es allí normal que intervengan los animales.
🔴 ¿Cómo se preparan para el próximo año? ¿Cuál es su objetivo?
Trabajar como compañía teatral, es un trabajo mucho más cohesionado. Las obras van a permanecer más tiempo y eso requerirá que todos los actores se sepan los papeles de todos para poder reemplazar cuando sea posible. Eso nos va a permitir tener una rotación de público porque cada actor tiene su público. Que el actor tenga una constancia de trabajo que va a beneficiar a los actores y tercero, va a permitir que podamos afinar el lenguaje que buscamos tener. Esa es nuestra principal meta para el próximo año.